Hacia el nuevo orden mundial. De América Latina a Rusia pasando por Madrid.

El presente teje los hilos de nuestro futuro. Sumergirse en las tendencias actuales proyectándolas hacia un tiempo mas o menos lejano nos permite esbozar un escenario de la evolución posterior a los acontecimientos que están pasando hoy. Dicho esto, se puede decir que el futuro no es un concepto lejano, es prácticamente hoy, por lo tanto, urge tomar medidas desde este momento si aspiramos como individuos libres a ser partícipes y parte de nuestro destino.

En Moscú, se ha celebrado esta semana la Primera Conferencia Parlamentaria Internacional “Rusia- América Latina “. Asistieron más de 200 invitados entre parlamentarios de América Latina y el Caribe, representantes de la comunidad de expertos, figuras publicas y diplomáticos.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo que América Latina sigue “una política independiente y desempeñará un papel clave en la política mundial”. También dijo que “incluso ahora, los países de América Latina muestran un modelo exitoso en la formación progresiva de un sistema multipolar de relaciones internacionales basado en la igualdad, la justicia, el respeto al derecho internacional y los intereses legítimos de cada uno” y añadió, “nuestra cooperación bilateral se convertirá en una de las locomotoras de la creación de un nuevo orden mundial multipolar en el planeta”.

Al mismo tiempo en el otro lado del mundo, en Puebla, México, se ha celebrado el IX encuentro del Grupo Puebla bajo el lema, “En unidad avanzamos”. Asistieron y participaron hasta 62 invitados de América Latina y España entre los que se encontraban varios expresidentes. Su finalidad; presentar “su política exterior progresista” y declarar que entre sus objetivos esta construir mecanismos de transformación que permitan, a a través de una política de protección enfrentar los desafíos del mundo moderno, como la crisis medioambiental y el reordenamiento geopolítico multipolar.

En este conclave, estuvieron presentes, Delcy Rodríguez, vicepresidenta y mano derecha de Nicolas Maduro y, el canciller cubano como invitado especial, Bruno Rodríguez. También Evo Morales o Rafael Correas, Irene Montero, ministra en funciones española y el eurodiputado Javier Morales. Pedro Sánchez, jefe del gobierno español en funciones, envió un video a los participantes destacando “vuestras aportaciones para lograr la igualdad, prosperidad y la justicia social, son fundamentales”.

¿Ven ustedes el hilo conductor? Bien, aún hay más.

En junio de este año, volvió a reunirse el Foro de Sao Paulo con 700 participantes para seguir el programa. En la hoja de ruta del Foro se incluye la lucha contra la extrema derecha y contra banderas como la del neoliberalismo. Eligieron como tema este año “Integración regional para avanzar en la soberanía latinoamericana y caribeña” y esto se basa en dos contextos. Uno es el de un mundo que avanza hacia la multipolarización y en el que es necesario que América Latina sea fuerte, integrada y este unida para enfrentarlo.

En los tres eventos citados encontramos un denominador común; el reordenamiento geopolítico multipolar. Es en el estudio de las relaciones internacionales de la última década uno de los temas recurrentes. Podemos ver el declive lento de la hegemonía estadounidense a favor de la paulatina llegada de un mundo multipolar, en principio y en general se recibiría con aprobación ya que es difícil encontrar alguien que prefiera una situación en la que el poder se concentre en un solo ente antes que concentrado en varios. Ahora bien, ¿queremos realmente un mundo multipolar? Si de por si consideramos que concentrar el poder en una única persona o institución en plano nacional es dañino, ¿acaso no lo será también en el plano internacional?

Me atrevería a afirmar que vivimos en un proceso de transición hegemónica cuya duración desconocemos, pero en la que ya se identifican actores emergentes, como los nombrados al inicio de este articulo y sus alianzas o socios y, se podría hacer un diagnóstico de los problemas más relevantes que tendrá que enfrentar «ese» nuevo orden mundial.

Los retos a los que se enfrentaría esa transición hacia ese nuevo orden, en principio me evocan a los de un modelo con más tensiones diplomáticas, mayor inequidad económica y polarización social, debilitamiento de la coordinación multilateral y nuevas formas de malestar político en el mundo. La idea de esa transición hegemónica se complementaría con más caos del actual, un cierto desorden proveniente de la descomposición del orden actual para llegar a una transformación de nuevas formas que inicialmente se prevén ordenadas, pero donde la estabilidad y el equilibrio no pueden ser garantizadas. Así pues será imprescindible contar con una acción decisiva de las potencias y de los actores con mayor capacidad de acción, para ejercer un liderazgo coordinado y legitimo que brinde equilibrio y por supuesto que garantice un mínimo de estabilidad frente a amenazas de poder estatal, también globales como puede ser el terrorismo, crimen organizado o ambientes bélicos, porque la búsqueda del incremento de poder, es un objetivo de cualquier potencia y hace complicado poder confiar en un escenario sin conflictos.

Por ello quizás, debamos preguntarnos como se ven y viven las sociedades de los lideres que se han reunido en los eventos anteriormente citados, quienes son sus ejes geopolíticos, sus aliados y socios. Tenemos la obligación en esta transición, donde ellos ya trabajan sobre un Libro de Ruta claro, de hacer frente a quienes en nombre de la libertad no brindan libertad y dar la batalla por un sistema que garantice mejor, la paz y la estabilidad en el mundo.

¿Estamos dispuestos a ser partícipes y parte de nuestro destino?

Belén de León

Protocolo. RRII. Geopolítica/Geoestrategia. Análisis

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